Suroeste

@AlvaroUribeVel 
Álvaro Uribe Vélez

Alerta Suroeste

(Se recomienda, de un ciudadano del Suroeste de Antioquia)

Caravanas de vehículos recorren las vías del suroeste antioqueño todos los fines de semana. La región se convirtió en lugar de descanso y atractivo turístico para miles de viajeros.
El embrujo de la naturaleza, los verdes paisajes, el aire puro, el horizonte infinito, el sol radiante, las montañas cubiertas de bruma, el Cauca majestuoso, sus ríos y quebradas, los pueblos centenarios, las iglesias y su riqueza arquitectónica, los parques alegres y bulliciosos y la proverbial hospitalidad de la gente; seducen y enamoran a la gente ávida de solaz y esparcimiento.
Quienes son de suroeste cumplen con devoción y puntualidad el ritual de su visita frecuente. Quienes se asoman por primera vez no pueden dejar de volver. Como si quedaran atrapados por el encanto de las maravillas de Dios sembradas con munificencia infinita en su tierra predilecta. Unos y otros conforman un núcleo humano para el disfrute de un regalo divino. Todos agradecen el privilegio que alienta sus vidas y los colma de felicidad.
Pero no todo es dicha. Se cierne una grave amenaza. El fenómeno del secuestro, que hace algunos años afectó dolorosamente a personas y familias de la región y que desapareció cuando alias Cristóbal y su Ejército Revolucionario Guevarista negociaron su entrega, se yergue de nuevo, agresivo y violento, contra una comunidad alarmada e inerme. Desde las selvas del Chocó, el Carmen de Atrato y municipios circunvecinos, células del ELN, apoyadas por grupos de delincuencia común, aparentemente desmantelados, han dado un nuevo y primer golpe. Hasta sus madrigueras llevaron por la fuerza a una dama de Amagá y en ellas permanecerá a la espera de que sus familiares puedan negociar su liberación.
No obstante que el presidente Duque y su comisionado de paz Miguel Ceballos están perfectamente enterados de lo ocurrido, no se sabe si el ejército y/o la policía intentarán el rescate. Los antecedentes son poco alentadores y la arriscada geografía chocoana dificultaría cualquiera operación. Sin embargo, será muy grato y alentador recibir buenas nuevas como aquellas con las que más de una vez nos sorprendió la fuerza pública.
Estar perdiendo uno a cero no significa haber perdido el partido. Por el contrario, la calamitosa situación obliga a reforzar la defensa e intentar el ataque. La vía para llegar de suroeste al Chocó es única. Si se establecen controles eficaces desde Ciudad Bolívar, en La Mansa y el Siete hasta el Dieciocho y el Veinte, en la que carretera que conduce a Quibdó, se dificultará la tarea delincuencial del grupo guerrillero. Y si además, se

involucran unidades de inteligencia es posible que se asesten los golpes necesarios para poner fin a la amenaza.
A las autoridades, dirigentes, líderes y voceros de la región les compete la obligación de crear y mantener las condiciones necesarias para que perduren su estabilidad y tranquilidad. Todos, desde diferentes frentes de acción, están obligados a encaminar sus esfuerzos para que nada atente contra la confianza de la gente. Lo deseable es que el terreno ganado se conserve con compromiso y solidaridad. La jaula está cerrada. Se abrirá. Se cerrará de nuevo? Estamos a tiempo.

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Comentarios

Francisco M Velásquez A ha dicho que…
El suroeste, un región de encantó

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